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Carmen Simón

Artista textil – Textile Artist

Pátzcuaro, Michoacán, Mexico

Born in 1951 in Torreón, Coahuila, Carmen Simón is the eldest of 12 children from a middle class family dedicated to commerce and agriculture. Due to the influence of her father, who was sensitive to the social and economic problems in Mexico, Carmen decided to study for a technical career in social work. At the age of 20 she left her native land to work on projects supporting vulnerable groups, beginning with volunteer work in rural areas. Throughout her life Carmen has had the opportunity to approach community development processes through civil associations and institutions in a personal and direct way, working often alongside groups of women artisans. Carmen identified in a very close and special way with these artisans:

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because they were women, they did housework, they were mothers, they contributed to the family economy, and they were connected to their ancestral traditions. She learned from them and exchanged knowledge, the most valuable being that she rescued her own skills in sewing, embroidery, and painting, which she had shared with her grandmother. Out of all this experience, Carmen created a personal and unique style in her textiles, which has been her economic support for the past 2 decades.

     After the conquest of Mexico, production of cloth changed, as most indigenous clothing was banned by the Spaniards. Mexican clothes evolved into a combination of the fabrics of the native peoples and those from Asia and Europe. The art that Carmen has produced for the past 30 years was first mastered by the Chinese many centuries ago. Carmen now coordinates a small team that has been working together for 24 years in the design and manufacture of hand painted and decorated clothing and decorative items. She restricts her production in order to preserve a scale of closeness and trust that makes their garments unique and special. La Ventanita Morada draws various motifs on cotton fabric: animals and their environment, scenes of local people, and of course the Michoacán landscape. These drawings are padded or puffed using hand-stitching, giving the textiles a special relief that is the unique soul of Carmen’s work.

 

Carmen Simón nació en 1951 en Torreón, Coahuila. Es la mayor de 12 hijos de una familia de clase media dedicada al comercio y la agricultura. Debido a la influencia de su padre, que era sensible a los problemas sociales y económicos de México, Carmen decidió estudiar la carrera técnica de Trabajo Social. A la edad de 20 años dejó su tierra natal para trabajar en proyectos de apoyo a los grupos vulnerables, comenzando por el trabajo voluntario en las zonas rurales. A lo largo de su vida Carmen ha tenido la oportunidad de abordar los procesos de desarrollo comunitario a través de asociaciones civiles e instituciones y de manera personal y directa, trabajando a menudo junto a grupos de mujeres artesanas. Carmen se identificó de una manera muy cercana y especial con estas artesanas: porque eran mujeres, hacían las tareas domésticas, eran madres, contribuían a la economía familiar y estaban conectadas a sus tradiciones ancestrales. Aprendió de ellas e intercambió conocimientos, siendo muy valioso el rescate sus propias habilidades de costura, bordado y pintura, que había compartido con su abuela. De toda esta experiencia, Carmen creó un estilo personal y único en sus textiles, que ha sido su principal sustento económico durante las últimas 2 décadas.

     Después de la conquista de México, la producción de telas cambió, ya que la mayoría de las prendas indígenas fueron prohibidas por los españoles. La ropa mexicana evolucionó en una combinación de los tejidos de los pueblos nativos y los de Asia y Europa. El arte que Carmen ha producido durante los últimos 30 años fue dominado por primera vez por los chinos hace muchos siglos. Carmen ahora coordina un pequeño equipo que ha estado trabajando en conjunto durante 24 años en el diseño y fabricación de ropa y artículos decorativos pintados y decorados a mano. Ella restringe su producción con el fin de preservar una escala de cercanía y confianza que hace que sus prendas sean únicas y especiales. La Ventanita Morada dibuja varios motivos en la tela de algodón: animales y su entorno, escenas de la gente local y, por supuesto, el paisaje michoacano. Estos dibujos están acolchados o abullonados con costura a mano, dando a los tejidos un relieve especial que es el alma del trabajo de Carmen.

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